
-...Me deprime. La mayoría no se alegran de verme. Temen las tierras sin sol. Pero entran cada noche en tu reino sin miedo.
-Y yo soy mucho mas terrible que tu, hermana. -( Se oye el batir de sus alas) -Me descubro pensando en la humanidad. Su actitud hacia el regalo de mi hermana es extraña. ¿Por qué temen las tierras sin sol? Tan natural es morir como nacer. Pero la temen. Les aterroriza. Intentan aplacarla. No la aman. Hace muchos miles de años, oí una canción en un sueño que celebraba su regalo. Aún la recuerdo:
"Hoy tengo la muerte ante mí: como el remedio para la enfermedad, como salir a un jardín después de la enfermedad."
"Hoy tengo la muerte ante mí: como el olor de la mirra, como sentarse bajo una vela con un buen viento."
"Hoy tengo la muerte ante mí: como la corriente de un arroyo, como lo vuelta de un hombre del barco de guerra a su casa."
"Hoy tengo la muerte ante mí: como el hogar que un hombre ansía ver después de muchos años de prisionero"
Ese poeta olvidado la comprendía. Mi hermana tiene una función, igual que yo. Los eternos tenemos responsabilidades. Camino a su lado, y la oscuridad abandona mi alma. Camino con ella y oigo el gentil aleteo de poderosas alas.
(Conversación entre Sueño y Muerte, basada en la mantenida en el número 8 de la serie "The Sandman", de Neil Gaiman)